La Acción Humanitaria tiene como objeto proteger y salvar vidas, prevenir y aliviar el sufrimiento humano, atender las necesidades básicas e inmediatas de la población y promover sus derechos, todo ello desde una perspectiva de reducción de la vulnerabilidad y fortalecimiento de capacidades. En su origen, estaba centrada en conflictos armados pero con el tiempo, este enfoque se fue ampliando a otras situaciones o crisis provocadas por desastres y catástrofes naturales…
Según el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), la Acción Humanitaria, que va más allá de la ayuda de emergencia, incluye prevención de desastres y preparación; provisión de cobijo, alimento, agua y saneamiento, servicios de salud y otros elementos de asistencia para el beneficio de la población afectada y para facilitar el retorno a sus vidas y medios de sustento normales; medidas para promover y proteger la seguridad, bienestar y dignidad de los civiles y de aquellos que no toman parte de las hostilidades y la rehabilitación, reconstrucción y asistencia de transición mientras la situación de emergencia persista. Las actividades para proteger las personas o propiedades mediante el uso o el despliegue de la fuerza están excluidas.
La AH debe guiarse por los principios de: humanidad, que se sustenta sobre la importancia central de salvar vidas humanas y aliviar el sufrimiento allí donde se dé; imparcialidad, que es emprender las acciones humanitarias basándose únicamente en las necesidades de las personas, sin discriminación entre las poblaciones afectadas o dentro de ellas; neutralidad, que significa que la AH no debe favorecer a ningún bando en un conflicto armado o a ninguna de las partes; independencia, que es la autonomía de los objetivos humanitarios respecto a objetivos políticos, económicos, militares u otros que cualquier actuante pueda tener en relación con las zonas donde la AH se esté realizando.
El triple nexo, Acción Humanitaria-Desarrollo y Construcción de Paz, es una de las propuestas más recientes para responder mejor ante la creciente complejidad y duración de los los conflictos armados, el aumento y la duración de los desplazamientos forzados y el recrudecimiento de los efectos del cambio climático.
Un enfoque integral que tenga en cuenta el nexo entre la acción humanitaria humanitario, una visión a largo y mediano plazo de las posibilidades de desarrollo sostenible y las vías para la transformación del conflicto y la construcción de paz, puede ser una oportunidad para la reducción de las vulnerabilidades de manera efectiva y para la minimización de los riesgos a futuro de se repita la crisis. (CEPAZ)
La acción humanitaria es el primer paso en la atención urgente de las crisis y los conflictos, cuando la vida de las personas está en peligro y la capacidad de respuesta de los actores locales está copada o no hay intención de brindar asistencia a la población. Una de las tareas más complejas en este punto es velar porque no se instrumentalice la ayuda, sobre todo cuando esta se intenta poner al servicio de los objetivos políticos de los gobiernos.
La construcción de paz es transversal, y tiene como objetivo prevenir la reaparición de las crisis y los conflictos, y fomentar el establecimiento de estructuras que permitan la construcción de una paz positiva, enfocada no solamente en los efectos visibles de los conflictos, sino en sus orígenes y sus causas, para transformarlos. No se trata de una reducción de los conflictos basada en la censura, el miedo, la represión y las limitaciones del espacio cívico, sino de analizar los elementos que generan tensión y resolverlos de manera consensuada.
Enfoques de la AH
Según la Estrategia de Acción Humanitaria de la Cooperación Española 2019-2026, una AH de calidad y eficaz debe tener en cuenta ciertos enfoques que, de modo transversal, orientan su acción:
I. Enfoque de derechos
La AH se ha centrado clásicamente en un enfoque basado en necesidades y en la criticidad, aunque las acciones de protección abordan derechos vulnerados. El enfoque basado en derechos es aquel en el que las poblaciones asistidas pasan de ser consideradas como beneficiarias a ser titulares de derechos cambiándose el foco del asistencialismo a la noción de protección y búsqueda de justicia social.
La base normativa de este enfoque está contenida en los instrumentos jurídicos del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH), el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y el Derecho de las personas refugiadas y desplazadas forzadamente.
II. Enfoque de género, edad y diversidad
Se trata de un enfoque amplio, que partiendo del enfoque de género ha ido incorporando la edad (dos únicos condicionantes universales) y la diversidad, no sólo entendida en términos de funcionalidad, sino de manera más amplia como todos aquellos factores sociales que dan lugar a grados de discriminación, entre otros: diversidad funcional y/o mental, pertenencia a alguna minoría: étnica, racial, religiosa…; encontrarse en situación de desplazamiento interno/ de refugio y asilo/sin nacionalidad; ser menor no acompañado/a/situación de orfandad/adolescentes cabeza de familia
El propósito es que la asistencia y protección lleguen a todas las personas, especialmente a aquellas con mayor vulnerabilidad. Para ello se utilizará una estrategia dual en la que el enfoque de género, edad y diversidad esté transversalizado en todas las acciones, pero también haya resultados específicos.
III. Enfoque preventivo y de reducción del riesgo de desastres e informado del riesgo
La integración de la RRD significa que todas las actuaciones deben tomar en cuenta los riesgos existentes y basarse en una evaluación adecuada de estos. Un enfoque preventivo y de RRD en AH, se puede realizar haciendo que las actuaciones sean a prueba de estos riesgos o reduciendo dichos riesgos para las personas y comunidades. Dentro del amplio campo de la RRD, la AH se centra especialmente en las de preparación ante desastres.
IV. Enfoque de resiliencia
Más allá de la atención a la RRD de la CE, la Unión Europea o el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE conceden especial relevancia a la incorporación de los conceptos y enfoques de resiliencia en las acciones de cooperación y ayuda humanitaria. En las Directrices de la Cooperación Española, Construcción de Resiliencia para el Bienestar (DGPOLDES, 2018) se define la resiliencia como “la capacidad de un sistema (individuo, comunidad, organización, Estado) de hacer frente a las perturbaciones del exterior, que se traduce en capacidad de absorber los impactos negativos, de adaptarse a los mismos, y de transformarse, de forma que se pueda eliminar el riesgo de desastre.”
V. Enfoque de acción sin daño y sensibilidad al conflicto
La incorporación de consideraciones de “acción sin daño” debe incorporarse a todo el trabajo humanitario, valorando el posible impacto negativo que, sin pretenderlo, la AH pueda tener. Por su parte, la denominada sensibilidad al conflicto pretende establecer métodos de trabajo y herramientas que valoren la posible contribución de las acciones a la evolución de situaciones de conflicto en un sentido o en otro, pudiendo contribuir, también, a la construcción de paz.
VI. Enfoque ambiental
La relación del medio ambiente con la AH6 se puede analizar desde varias ópticas: Cómo los impactos medioambientales tras una crisis pueden comprometer los objetivos de un proyecto, más allá de la fase puramente de emergencia, al dejar unos recursos naturales degradados y una mayor vulnerabilidad ante amenazas futuras. Cómo las operaciones de socorro y recuperación temprana a veces pueden causar tantos daños ambientales como las crisis a las que dan respuesta. Ciertas cuestiones como el cambio climático, la mala gestión de recursos, la desertificación, etc. están produciendo ya consecuencias humanitarias. Otras cuestiones como las migraciones forzadas ligadas a desastres o cambios ambientales, son retos actuales y lo serán más en el futuro para la AH.
Algunos proyectos de AH que se están desarrollando desde Sevilla
Aliviar el sufrimiento de las personas saharauis refugiadas víctimas de minas, atendiendo a principios y valores humanitarios y de justicia de género, avanzando en el cumplimiento de la Agenda 2030.
Asociación de Amistad del Pueblo Saharaui de Sevilla y financiación del Ayuntamiento de Sevilla
Este proyecto de ayuda humanitaria persigue mejorar la situación del colectivo de víctimas de minas saharauis y las personas que les cuidan, mediante la aportación de equipamientos que permitan solucionar problemas cotidianos. En este sentido, se pretende repartir electrodomésticos y equipamientos básicos que permitan la manipulación de alimentos, la mejora de la higiene personal y del hogar y ayudas técnicas a la movilidad. Además, gracias a la mejora del centro médico de Martin Cherif se podrá atender a las víctimas de minas de este barrio.
Se alinea con los ODS 1, 2, 3, 5 y 10.
Principales líneas de acción:
- Reparto de ayudas técnicas a 100 víctimas de minas.
- Reparto de equipos relacionados con la manipulación de alimentos, como batidoras o sartenes, a 100 víctimas de minas.
- Repartos de equipos relacionados con la higiene, como cubos de basura o fregonas, a 100 víctimas de minas.
- Apoyo material al centro médico de Mártir Cherif.
Garantizando el derecho al Acceso de agua potable de la población desplazada en el círculo de Gao y población vulnerable a consecuencia del conflicto y la crisis crónica con enfoque de derechos humanos y justicia de género.
Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) y financiación del Ayuntamiento de Sevilla
La intervención tiene como objetivo mitigar el sufrimiento de la población desplazada y de acogida en Gao debido a la crisis del norte de Malí mediante la construcción de dos pozos con bomba y placas solares y la formación de un comité de gestión del agua equitativo. La comuna de Anchawadj, lugar donde se lleva a cabo el proyecto, registró alrededor de 500 familias desplazadas desde zonas fronterizas de Malí con Níger y Burkina Faso. Gran parte de las enfermedades más comunes entre la población están relacionadas con la falta de acceso al agua potable.
ODS con los que se alinea:
- ODS 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
- ODS 5: Igualdad de género
- ODS 3: Salud y bienestar
- ODS 6: Agua limpia y saneamiento
- ODS 7: Energía asequible y no contaminante
- ODS 10: Reducción de las desigualdades