La demanda de agua a nivel mundial ha aumentado debido a la alta tasa de crecimiento demográfico, la rápida urbanización, el desarrollo económico y las modalidades cambiantes de consumo. Además, esta demanda se intensifica con el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos que cada vez son originados con más frecuencia como sequías e inundaciones.
Las sequías en España son un fenómeno recurrente, que, sumado a la sobreexplotación del agua de ríos y acuíferos, hacen que algunas zonas del sur y este del país presente los niveles más graves de sobreexplotación de Europa.
Cada país posee una huella hídrica diferente en función de la cantidad de bienes y servicios que es capaz de generar y consumir, del grado de disponibilidad del recurso y de su calidad. Según Water Footprint Network, España ocupa el octavo puesto en la clasificación mundial de países con mayor huella hídrica (producción y consumo) y el segundo puesto en el ranking europeo.
Actualmente, más de un tercio de la población mundial vive en países con escasez de agua, en 2025 se espera que el número crezca a dos tercios, y se estima que para el año 2030, 700 millones de personas podrían ser desplazadas por una escasez intensa de agua.
A pesar de los logros conseguidos en los últimos años, millones de personas aún no tienen acceso a agua potable, a un baño básico ni a instalaciones adecuadas para lavarse las manos. Cada día, alrededor de 1.000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene.
ODS6 Agua y saneamiento: ¿Objetivo cumplido?
El mundo se enfrenta a una crisis de agua, un recurso vital para la sociedad que se agota de forma inquietante y, aunque tener acceso a él es un derecho humano, la realidad es que no está garantizado: 4.000 millones de personas experimentan una grave escasez de agua durante al menos un mes al año, según los datos más recientes de Unicef.
Esta escasez se debe, en parte, al cambio climático que ha exacerbado las lluvias impredecibles, inundaciones sin precedentes y graves sequías que impactan directamente en el acceso que tienen las personas al agua potable, de acuerdo con la ONU. Es, tomando en cuenta que menos del 1% de la totalidad del agua de la Tierra es apta para el consumo humano.
Pero los datos verdaderamente preocupantes son que para 2030, dentro de solo siete años, unas 700 millones de personas podrían ser desplazadas por la escasez de agua, un problema que es cada vez más visible en diversas regiones del mundo como África o el Medio Oriente.
La falta de acceso al agua potable no solo tiene que ver con los desastres climáticos, también influyen la gestión pública en su manejo y distribución y la falta de infraestructura para tratarla, según Unicef.
Los países con mayor escasez de agua del mundo
La Fundación Aquae nos hace tener el ranking sobre los países con mayor escasez de agua, el World Resources Institute (WRI) advierte de que la situación será más grave en el futuro. De hecho, cerca de una quinta parte de los países del mundo padecerán agudos recortes en el suministro de agua en 2040. El estrés hídrico es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos.
Oriente Medio, la región más vulnerable
Oriente Medio sobresale como la región más vulnerable. 14 de los 33 países que tienen más probabilidades de enfrentarse a recortes en el suministro de agua se encuentran ahí. Entre ellos, hay nueve países que podrían sufrir fuertemente la escasez de agua: Bahréin, Kuwait, Palestina, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Omán y el Líbano.
Hay otros países que muy probablemente experimentarán recortes en el suministro. Entre ellos se cuentan Estados Unidos, China e India. Algunas provincias, como el sudoeste estadounidense o la región autónoma de Ningxia, en China, podrían enfrentarse a una escasez enorme.
Se contempla que el déficit pueda incrementar del 40 % al 70 % en 2040. Australia, Indonesia, Filipinas, Mongolia, Namibia, Sudáfrica, Botsuana, Perú, Chile y distintos países del norte de África también se enfrentan a un elevado riesgo de escasez de agua para 2040.Los investigadores han dividido el mundo en distintas pequeñas áreas para acometer el estudio. Para realizar el estudio se ha observado las previsiones de lluvia contempladas en las diferentes zonas. Pero también se atendió al crecimiento de la demanda hídrica que hay en ellas. Así, aquellos países en los que se prevé que su necesidad de agua alcance más del 80 % de sus depósitos disponibles han sido clasificados como países en riesgo extremo de escasez.
ODS 6. Su consecución en España
En este exhaustivo y detallado artículo de la Revista Ambienta “El desarrollo sostenible es inviable si no se garantiza el derecho humano al agua potable” escrito por Francesc La-Roca y Nuria Hernández-Mora Fundación Nueva Cultura del Agua y Ángela Lara y Leandro del Moral Universidad de Sevilla, Fundación Nueva Cultura del Agua podemos sacar conclusiones muy claras sobre la consecución del ODS 6. Agua y Saneamiento, aquí os dejamos algunas:
- El acceso básico al agua potable y al saneamiento es un componente esencial del derecho a un nivel de vida adecuado y una condición indispensable para el disfrute de otros derechos como el derecho a la alimentación, a la salud, a la vivienda o a un medio ambiente sano. Así lo reconoció la Asamblea General de Naciones Unidas en su Resolución A/RES/64/292, de julio de 2010, que establece que “el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”.
- El reconocimiento fue reafirmado por la Asamblea General de Naciones Unidas en la Resolución 70/169, aprobada en diciembre de 2015, por la que se han confirmado y reconocido los derechos al agua potable y al saneamiento como obligaciones jurídicamente vinculantes para todos los estados partes en el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC) y en otros tratados de derechos humanos.
- Los contenidos de la nueva DAP no cumplieron las expectativas de todas las partes, especialmente en los aspectos de garantía del derecho humano al agua, al que no se hace referencia explícita en el articulado, y en lo que respecta a los procedimientos de gobernanza democrática. Su transposición al ordenamiento jurídico español, concretado a través del RD 3/20232, ha sido una oportunidad de mejora de algunos aspectos de la DAP relacionados con criterios normativos de la implementación del derecho humano al agua.
De este último punto La Red Agua Pública (RAP) hizo un seguimiento del proceso de elaboración de la DAP a la largo del periodo 2017-2020. Aquí sus conclusiones:
Debates sobre la Directiva DAP:
- Se introdujo una referencia expresa al derecho en la versión final, en el que se establece que “la Administración Local deberá implantar mecanismos de acción social eficaces para asegurar el derecho al agua de toda la población”. Pero al no haberse definido con claridad lo que se entiende como derecho al agua, desde la RAP se transmite la impresión de que este artículo queda sin la concreción jurídica necesaria y exigible en un tema de tanta importancia.
- En el RD se establece que el volumen de agua de consumo disponible debe ser “suficiente” para cubrir “las necesidades higiénico-sanitarias de la población y el desarrollo de la actividad de la zona de abastecimiento; la dotación neta o de consumo medio, como objetivo mínimo debería ser al menos 100 litros por habitante y día. Esta confusa redacción —dotación neta o de consumo medio— oscurece el reconocimiento rotundo de un mínimo vital consustancial al concepto de derecho humano al agua.
- Además de la obligación de identificar a las personas sin acceso al agua, evaluar las posibilidades de mejora, informar sobre mecanismos de acción social y sobre la situación del acceso al agua en el municipio (artículo 11.3), la administración local “deberá implantar mecanismos de acción social eficaces para asegurar el derecho al agua de toda la población […] mediante la aplicación de procesos o herramientas administrativas de acción social que mejor se adapten a las particularidades de su territorio y población”.
- Respecto de las garantías sanitarias, en España, aunque los avances técnicos y organizativos del ciclo urbano del agua han sido importantes en las últimas décadas, se reportan recurrentemente alarmas sanitarias que afectan al suministro de agua potable debidas a la contaminación de las zonas de captación, especialmente en el caso de pequeñas y medianas poblaciones.
Riesgos de la privatización
Por otra parte, el anterior relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos al agua y el saneamiento, Léo Heller, advertía en su informe de 2020 que la privatización de los servicios de abastecimiento y saneamiento comporta riesgos para el ejercicio de dichos derechos debido a la combinación de tres factores relacionados con el suministro privado: el objetivo empresarial de maximización de los beneficios, el monopolio natural de los servicios y los desequilibrios de poder a favor del gestor privado en detrimento de la entidad pública responsable. Los riesgos se han incrementado a partir de la reciente inclusión del agua como un activo financiero negociable en mercados de futuros y otros espacios de especulación financiera. La participación de grandes bancos y fondos de inversión en el negocio del agua agudiza los procesos de desposesión, alejando cada vez más del interés general de los ciudadanos la gestión del agua, para alinearla con los fines especulativos del capital financiero. Con el fin de limitar los efectos negativos de estas iniciativas sobre los derechos humanos, el actual relator, Pedro Arrojo, ha propuesto en su informe de 2021 “El desarrollo de una gobernanza democrática del agua desde una perspectiva sostenible basada en los derechos humanos y la aplicación de estrategias participativas de adaptación al cambio climático” como alternativa y freno a la financiarización del agua.
Iniciativas de trabajo por el derecho humano al agua
Para finalizar os compartimos dos iniciativas de trabajo en el marco del ODS 6, impulsadas por organizaciones de la ASONGD:
La ONGD Arquitectura Sin Fronteras trabaja en Moca (República Dominicana) en la mejora de las condiciones de accesibilidad a dotaciones de agua y saneamiento de los habitantes del barrio de Salsipuedes, de forma que permita garantizar el acceso al derecho humano del agua a sus habitantes, con especial incidencia en mujeres y niñas, juventud, menores y otros colectivos vulnerables.
Se trata de introducir una parte de la red diseñada, de forma que esta discurra por los espacios públicos comunes de acceso a las viviendas, y permita conectar los núcleos húmedos de las viviendas a la infraestructura creada. La infraestructura de agua creada se conectará a la red de agua de la ciudad, que discurrirá por las calles perimetrales una vez se pueda completar la red interna del barrio. Previamente, el tramo construido tendrá un sistema de depuración primaria al final antes de verter a cañada. Será también objeto de proyecto la conexión de las viviendas a la red y la realización de las mejoras necesarias en las viviendas para que al menos puedan contar con la dotación de un baño higiénico equipado y conectado.
El proyecto, con apoyo de la Diputación de Sevilla, contribuirá al fortalecimiento institucional, tanto de los organismos públicos que intervienen, como del Ayuntamiento de Moca, o de la compañía responsable del servicio de aguas y alcantarillado (compañía de acueducto y alcantarillado de Moca CORAAMOCA), así como de las organizaciones propias de los/as beneficiarios/as, como la junta de vecinos y vecinas de Salsipuedes, la comisión de seguimiento y la mesa de concertación creadas para el programa de mejora del barrio. Un fortalecimiento que está relacionado con la formación que les permitirá el aumento de capacidades en la realización de proyectos de mejora de hábitat.
Por su parte, ONGAWA trabaja por el Derecho Humano al agua de mujeres indígenas en Sololá y Nahualá (Guatemala), apoyadas por el Ayuntamiento de Sevilla. En las comunidades rurales de Guatemala, las mujeres cargan con el peso de las tareas de cuidados y del abastecimiento de agua para sus familias, pero son invisibles en la gestión comunitaria del recurso hídrico y excluidas de los espacios de decisión. Este programa trabaja con instituciones como las Comisiones Municipales y Comunitarias de la Mujer y la Dirección Municipal de la Mujer fortaleciendo sus capacidades para promover la igualdad de género y fomentar la participación femenina.
Así, gracias a este proyecto se ha logrado fortalecer la gestión comunitaria del agua con equidad de género en las comunidades indígenas rurales de los municipios de Sololá y Nahualá. Se ha logrado que las personas beneficiarias dispongan de servicios de suministro de agua gestionados de forma segura a través de los Comités de Agua y Saneamiento (CAS), mejorando el reglamento con medidas positivas para la integración de mujeres. Asimismo, hay que destacar que ha habido una alta participación en los procesos de acompañamiento a las mujeres y el 70% han incrementado su interés en la gestión del agua. Por último, el 100% de los estudiantes de las 3 escuelas en las que se intervino a través de este proyecto han mejorado sus conocimientos sobre buenas prácticas de higiene.
En conclusión, se han logrado avances en las 4 comunidades donde se ha intervenido gracias a la apertura de las personas beneficiarias, y se ha observado que las mujeres han alcanzado un nivel elevado de empoderamiento, principalmente de organización y participación, reconociendo sus derechos, así como sus responsabilidades como representantes de las mujeres de su comunidad. Por su parte, los Comités (CAS) han tomado la responsabilidad de la gestión de los sistemas, y reconocen la importancia de la participación de la mujer en la gestión del agua.