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Para poner fin a la violencia contra las mujeres es necesario educar en igualdad 

  • Destacamos el valor de la educación para prevenir y evitar las violencias machistas. 
  • Defendemos que la coeducación es la mejor herramienta para su prevención y erradicación. 
  • Apostamos por la coeducación para transformar el mundo. 

La ONGD InteRed hace un llamamiento para resaltar el valor de la educación para prevenir y evitar las violencias machistas. Una educación en igualdad, y para la igualdad, entendida como un proceso a lo largo de toda la vida y de empoderamiento de las niñas y jóvenes para la construcción de horizontes de cambio social que erradiquen las violencias machistas.  

Desde nuestra experiencia de más de 30 años en procesos educativos, innovando en metodologías socioafectivas, reconociendo e incorporando los aprendizajes de otras culturas, formas de conocimiento y movimientos sociales, defendemos que la coeducación es la mejor herramienta para la prevención y erradicación de las violencias machistas

Apostamos por la coeducación para transformar el mundo, para la transformación de las actuales sociedades patriarcales, racistas y capitalistas en sociedades libres de discriminación. Queremos un mundo libre de cifras e historias de vida llenas de violencia machista; un mundo justo, equitativo, donde se reparen y erradiquen las discriminaciones y desigualdades que viven las mujeres, atendiendo a las más invisibilizadas, y a aquellas que interseccionan entre sí (género, raza, estatus y lugar de residencia, orientación sexual, identidad de género, entre otras) y a las que el sistema deja en los márgenes. 

Las cifras de violencias machistas son alarmantes, según ONU Mujeres: 

  • En todo el mundo 736 millones de mujeres de más de 15 años han sido víctimas de violencia física o sexual (sin contar el acoso sexual) por parte de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja, o de ambas. 
  • Una de cada 10 mujeres de la Unión Europea mayor de 15 años ha sufrido ciberacoso. 
  • El 82% de las parlamentarias entrevistadas en 5 regiones del planeta declararon haber sufrido algún tipo de violencia psicológica (imágenes de naturaleza sexual humillante, amenazas, acoso moral en el trabajo…). 
  • Un 28% de las niñas nunca se sienten segura en el camino al colegio. La violencia de género es un obstáculo para la escolarización universal y el derecho de las niñas a la educación. 

La educación necesita educar para la paz, recuperar y poner en valor las metodologías de comunicación no violenta, la ética de cuidados, frente a un contexto de creciente agresiones bélicas, que destrozan vidas e incrementan los riesgos y la vulnerabilidad de que las mujeres sufran violencia psicológica y sexual, sean objeto de trata y tráfico con fines de explotación sexual, vivan con la sobrecarga de cuidar a sus familiares. 

Una educación emocional y afectivo sexual que, frente a los discursos de odio y negacionistas, y al adoctrinamiento, recupere valores como la empatía, la ternura, el amor, la solidaridad, lo común, los cuidados colectivos.  

Reconocemos que ha habido grandes avances en la defensa de derechos humanos y en la condena social a la violencia de género, pero es necesario hacer más:  

  • Hemos aprendido gracias al movimiento feminista que lo que se llamaba “abuso” es realmente agresión, y que el consentimiento es clave en la relación entre dos personas en plano de igualdad.  
  • Hemos aprendido gracias a las defensoras y defensores de derechos y del territorio y al ecofeminismo, que no podemos luchar contra las violencias machistas sin cuestionar el actual modelo de desarrollo que condena a territorios enteros a vivir sin bienes comunes (como el agua, las semillas, la naturaleza), donde las mujeres salen más perjudicadas. 
  • Hemos aprendido gracias a los movimientos antirracistas que no podemos luchar contra las violencias machistas sin las mujeres migrantes, racializadas, y sin revisarnos los privilegios como personas blancas, y reconocer que vivimos en sociedades fuertemente racistas que dañan, segregan y explotan, especialmente a las mujeres que no son blancas.  

InteRed es una ONGD creada en 1992 que apuesta por una educación transformadora que genere la participación activa y comprometida de todas las personas a favor de la justicia, la equidad de género y la sostenibilidad social y ambiental.  Iniciamos el trabajo por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias en 2007 con el Movimiento Manuela Ramos en Perú, con Synergie des Femmes pour les Victimes des Violences Sexuelles en Kivu Norte de R. D. del Congo; y con el Centro Victoria Díez de Derechos Humanos de México, este último, como parte del proceso del trabajo de empoderamiento y formación de defensoras de violencias. En la actualidad trabajamos en igualdad y prevención de violencias de género en España, Perú, México, R. Dominicana, Guatemala, Bolivia y R.D. del Congo.  

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