La organización Madre Coraje comenzó su andadura hace ya 25 años, vinculada especialmente con Perú, con el objetivo de mejorar la vida de las personas en zonas empobrecidas incidiendo en todos los ámbitos del desarrollo de las comunidades: economía, educación y gobernabilidad y ciudadanía, velando por la igualdad de género, la identidad cultural, el fortalecimiento organizativo y el cuidado del medio ambiente.
Centrándonos en el ámbito de la cooperación para el desarrollo, la organización mantiene una incesante actividad para promover en las zonas donde coopera un desarrollo humano sostenible, fortaleciendo las capacidades locales, donde los protagonistas son en todo momento los hombres y las mujeres participantes en el desarrollo de los proyectos. Y lo hace a través de diferentes líneas de acción: educación, desarrollo rural, agua y saneamiento, equidad de género, ciudadanía.
Una muestra de su trabajo de cooperación en el ámbito educativo es el proyecto Qipa Kausayninchikta Allinchaspa – Mejorando Nuestro Futuro (2012-2016) para contribuir a mejorar oportunidades de empleo digno, con equidad, de los jóvenes de Apurímac, en el marco de los procesos de desarrollo económico del contexto regional.
Madre Coraje trabaja en educación para mejorar el acceso y calidad de la educación de niños, niñas y jóvenes desde un enfoque participativo y de equidad, involucrando a las familias, responsables y docentes de los centros educativos. Siempre respetando la cultura de origen.
En Perú las desigualdades en el acceso al sistema educativo siguen siendo importantes, especialmente a medida que se avanza hacia niveles educativos más altos, y están relacionadas principalmente con el nivel socioeconómico, el género, la ubicación rural o urbana y la lengua de origen. La calidad de la educación, en particular en la educación secundaria, sigue siendo baja, tal y como ilustran los resultados del país en las pruebas del PISA.
Adicionalmente, existe una importante brecha entre las competencias de los trabajadores y las demandadas por el mercado laboral, y revela las dificultades del sistema educativo para favorecer una empleabilidad de calidad. La inadecuación laboral parece afectar más a trabajadores jóvenes, de bajos ingresos y que residen en zonas rurales. La brecha entre demanda y oferta de competencias se explica por una diversidad de factores como la baja calidad educativa, baja reputación del sistema de formación técnica y profesional, y la concentración de estudios superiores en una serie de áreas de conocimiento que no guardan correspondencia con la demanda local laboral.
En particular, el sistema de Educación Técnica Ocupacional tiene importantes desafíos de calidad y se enfrenta a bajos niveles de reconocimiento y valoración por parte de la sociedad.
Respecto a la inversión en educación, esta ha sido persistentemente baja, situándose por debajo de la mayoría de los países de la región. Mientras que el gasto público en educación fue alrededor del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) para la OCDE y alrededor de 4.5% para América Latina en el período 1999-2013, Perú registró un promedio estancado en 3% (OCDE, 2015).
Este proyecto se centra en mejorar la Educación Técnica Ocupacional – ETO en Apurímac, con establecimiento de políticas, inversiones y enfoques innovadores en los campos pedagógico, productivo y empresarial, siempre desde el enfoque de la equidad de género. Se trabaja conjuntamente con los socios locales Tarpurisunchis, CEPRODER y COPYME.