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De espaldas a la solidaridad

Por Valentín Vilanova García, presidente de la Asociación Sevillana de ONGD (ASONGD). (El Correo de Andalucía, 13/04/2014)

zoido_ASONGD_2Cualquier residente en cualquier ciudad del mundo, cuyo municipio haya apostado en el pasado por dedicar una pequeña parte del presupuesto anual a la cooperación internacional, debe sentir orgullo de que en los últimos 20 años hayamos pasado a un mundo en el que mueren un 41% menos de niños menores de 5 años o en el que 2.100 millones de personas han mejorado su acceso al agua potable. En esta lucha sí ha estado presente el Ayuntamiento de nuestra ciudad.

Sin embargo, todo indica que Sevilla no quiere continuar siendo parte de esas nobles y justas luchas, porque los pasos dados por el actual gobierno no han hecho más que demostrar que la cooperación es un lujo que no nos podemos permitir en tiempos de crisis. Así, hemos llegado al punto ridículo de ejecutar un presupuesto destinado a cooperación menor que el de algunos de los pueblos de la provincia (léase La Rinconada) o situar a la capital de Andalucía a una distancia sideral –hablando en términos de presupuestos de cooperación– de otra ciudad andaluza que, contra viento y marea, hace esfuerzos importantes por mantener dotaciones de cooperación decentes. Me estoy refiriendo al consistorio malagueño, también del PP, también en crisis pero que, con una lectura correcta de la responsabilidad y los lazos culturales e históricos con Latinoamérica y el Norte de África, mantiene un presupuesto de un millón de euros, frente a los 220.000 euros del consistorio sevillano (presupuesto que para más indolencia nunca se ejecuta en su totalidad o bien nunca termina de pagarse a las ONGD).

Como miembro de la Asociación Sevillana de ONGD he ido viendo año a año cómo las propias organizaciones de esta ciudad han dejado de presentar proyectos a nuestro Ayuntamiento optando por hacerlo en municipios de la provincia o en la Junta de Andalucía. La lentitud en la gestión administrativa y los cambios de criterio a los que son sometidas las ONGD no han hecho otra cosa que desgastarnos y expulsarnos de nuestro interlocutor público natural.

Nada tendríamos que objetar a este abandono de la solidaridad si las sevillanas y los sevillanos hubieran respondido de la misma manera a la crisis como está respondiendo nuestro consistorio, es decir, dejando a la cooperación en la estacada: si comparamos las cifras de 2008 con las actuales, el recorte es de un 90%. Sin embargo, y a pesar del impacto de la crisis en nuestra base social, la pérdida porcentual de personas socias es baja; lo que viene a demostrar que para la ciudadanía sevillana la cooperación forma parte de su ADN. Esto queda acreditado también por la última encuesta de Metroscopia en 2014, en la que se concluye que el 81% de la población española apoya la Ayuda Oficial al Desarrollo.

No hace mucho, cuando el PP se encontraba en la oposición, compartíamos con sus representantes en el Consejo de Cooperación la denuncia de la poca transparencia de la entonces Fundación DeSevilla –destinataria de gran parte de los fondos de cooperación– y demandábamos juntos al consistorio socialista una cooperación para el desarrollo transparente y centrada en las ONGD de la ciudad. Pero nuestra decepción ha sido mayúscula cuando al llegar al Gobierno local, y después de dos años de espera, nos damos cuenta de que la cooperación además de un lujo prescindible fue utilizada para acceder al poder y desde éste eliminar todo rastro de cooperación municipal.

Las 33 organizaciones de desarrollo sevillanas que conformamos la ASONGD, representativas de un amplio espectro de organizaciones (desde organizaciones religiosas, pasando por laicas o vinculadas a sectores profesionales), no hemos tenido ninguna duda en tomar la decisión de abandonar el Consejo de Cooperación después de 15 años de interlocución como gesto de protesta ante la tremenda injusticia que se comete contra la cooperación para el desarrollo. La puerta está abierta y volveremos a participar en el Consejo cuando se acredite desde nuestro Ayuntamiento la apuesta por la cooperación local, un marco político fraguado durante más de 20 años que ha venido apoyando procesos de desarrollo y de educación que legitiman su continuidad. Para ello confiamos en que el equipo de Gobierno municipal apueste por presupuestos a la altura que una ciudad como Sevilla se merece, lleve a cabo una gestión de expedientes ágil y adaptada a la realidad de la cooperación internacional y abra espacio a un Consejo de Cooperación que funcione como órgano consultivo regular y no como órgano informativo excepcional.

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