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El impulso de una educación de calidad en igualdad de condiciones sigue siendo uno de los principales retos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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La formación técnica supone un gran paso para romper el círculo de la desigualdad ya que garantiza el desarrollo de habilidades y competencias específicas que permite acceder a un trabajo digno.
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Más del 80% de las ONGD sevillanas trabajan por el derecho a la educación
El logro de una educación inclusiva y de calidad para todas las personas es uno de los principales objetivos de la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible para 2030. Si bien en los últimos 15 años se ha avanzado positivamente en los niveles de escolarización en todo el mundo, alcanzando un 91% de matrículas en educación primaria, si nos centramos en etapas posteriores, como el acceso a la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional (EFTP), 103 millones de jóvenes siguen sin tener un nivel mínimo de alfabetización y más del 60% son mujeres, según datos facilitados por Naciones Unidas (2014).
Se propone como meta el acceso a una formación técnica profesional de calidad en condiciones de igualdad para hombres y mujeres. Esta formación técnica supone un gran paso para romper el círculo de la desigualdad ya que garantiza el desarrollo de habilidades y competencias específicas que les permitirán acceder a un trabajo digno.
El impulso al derecho a la educación ha estado presente de manera continua en el trabajo de más del 80% de las ONGD sevillanas, directamente o de manera transversal en muchos de sus proyectos. Una muestra es el trabajo que Solidaridad Don Bosco realiza en el Centre Professionnel Don Bosco de Kara (Togo) para la formación profesional de jóvenes y facilitar su incorporación al mercado laboral, en colaboración con la Assotiation Don Bosco Sur Togo.
Kara se sitúa a más de 400 kilómetros al norte de Lomé, la capital de Togo, uno de los países más pequeños del África Subsahariana occidental, situado en la zona tropical entre Ghana (Oeste), Burkina Faso (Norte) y Benín (Este). La economía de Togo está basada en la agricultura de subsistencia ocupando al 65% de la población y el 41% del Producto Interior Bruto. Algodón, coco y café son los principales productos para una escasa exportación.
Kara cuenta con unos 120.000 habitantes y es la principal población de la región de su mismo nombre. En Kara, las dificultades de gran parte de la juventud para acceder a una educación de calidad, se agravan en los colectivos más pobres y vulnerables. Debido a su situación geográfica, cada vez hay más jóvenes que emigran de zonas rurales a la ciudad en la búsqueda de una salida laboral. Sin embargo, dada la situación del país y la falta de formación, encontrar trabajo en condiciones laborales dignas cada vez es más difícil.
En este contexto, se sitúa el Centre Professionnel Don Bosco, que nació hace 25 años como respuesta a la necesidad de la juventud de la zona de tener una formación profesional y ocupacional para acceder al mercado de trabajo. Actualmente, el Centro atiende a 400 alumnos y alumnas en situación de vulnerabilidad, impartiendo Formación Profesional, alfabetización y educando a través de actividades de ocio y tiempo libre.
El proyecto: rehabilitación de espacios y sensibilización en equidad de género
El proyecto denominado “Mejora de la Formación del Centro Profesional Don Bosco de Kara (Togo)” está coordinado por Georgette Chimali Cobano de Solidaridad Don Bosco desde Sevilla y tiene como finalidad completar la reforma del Centro que se inició en 2012, para seguir aumentando la calidad en la atención a jóvenes que deseen estudiar el nivel CAP (Certificado de Aptitud Profesional) de electricidad y albañilería. Es necesario rehabilitar las aulas, zonas comunes y cubiertas del Centro, así como dotar las aulas de todo el equipamiento necesario para su funcionamiento. El proyecto comenzó en enero de 2017 y en la reparación de las cubiertas ha participado el alumnado del centro de las ramas de Construcción Metálica, Carpintería y Albañilería.
Otro de los objetivos que persigue el proyecto es aumentar la inserción de las mujeres jóvenes en la formación profesional. Al papel de desigualdad de las mujeres en la sociedad togolesa, se suma la situación de pobreza, lo que les dificulta aún más el acceso a la formación profesional, por lo que su trabajo suele verse reducido al trabajo doméstico en condiciones precarias. Es importante el acercamiento a las familias, principalmente a mujeres de las zonas rurales con hijas, para sensibilizar en materia de equidad de género y que conozcan las posibilidades que abre esta formación en el futuro de sus hijas.
Los jóvenes protagonistas: LUCIEN, CHANTALE, ISSIFOU, RODOLPHE, MARIE y DENISE
LUCIEN está cursando el CAP de albañilería y quiere hacer el segundo ciclo. Piensa que es “una salida buena al mundo del trabajo. Hay muchos estudiantes que terminan en la Universidad y no hacen nada después, o tienen que hacer trabajos que no se corresponden a sus estudios terminados. Cuando yo termine mis estudios tendré muchas posibilidades de trabajar, de una manera o de otra, y podré salir adelante”.
Sobre la integración de las mujeres en la Formación Profesional, opina que “puede ser una puerta para que las mujeres lleguen a tener más autonomía con referencia a los hombres”. Cuando habla de su ciudad, nos explica que “Kara es una ciudad poco industrializada. La mayoría de la gente vive del campo que se encuentra fuera de la ciudad, muchas personas tienen que recorrer a pie muchos kilómetros para llegar al campo que cultivan. La población aumenta porque mucha gente se viene a la ciudad desde sus aldeas para buscar algo mejor, sobre todo los jóvenes, pero estos después de haber estudiado y obtenido un diploma se marchan al sur donde la industria está más desarrollada. El gobierno debería de hacer algo mejor para esta ciudad”.
CHANTALE cursa la rama de Electricidad en el Centro y afirma que quiere tener un trabajo que le permita ser autónoma económicamente, “depender del marido yo creo que no es bueno porque las mujeres se ven en situaciones verdaderamente dramáticas, cuando los maridos las abandonan con los hijos y no saben por dónde salir. Yo quiero continuar el segundo Ciclo y sacar mi BT para empezar después a trabajar y ver más claro mi futuro”.
Piensa que “la Formación profesional da muchas posibilidades de actuación, es una pena que a veces se la relegue a un puesto secundario con relación a la Enseñanza General. Habría que hacer lo posible por cambiar esta mentalidad”.
“Cuando yo dije que iba a ir a Don Bosco a aprender Electricidad mi familia se extrañó mucho e intentaron quitarme la idea de la cabeza, pero yo tenía una amiga que estaba haciendo esa Rama en el Centro y me mantuve firme en mi decisión hasta que logré que aceptaran, aunque de mala gana, mi decisión. Hoy la tensión ha descendido, los estudios van bien y mi familia va aceptando poco a poco mi decisión”.
“Yo hago mucha propaganda entre mis amigas en favor de la Formación Profesional y de las ventajas que ésta tiene para las mujeres jóvenes y para una emancipación equilibrada de la mujer hoy día”.
Tenemos que quitar ya los miedos y poner freno a cuestiones culturales y familiares que no nos ayudan a evolucionar y a encontrar nuestro puesto en la sociedad de hoy.
Chantale piensa que la ciudad avanza despacio, pero también son los jóvenes los que deben empujar este desarrollo. Muchas veces se dice “el gobierno debe hacer, pero nosotros nos quedamos al margen y eso no es bueno. Nosotros tenemos que poner de nuestra parte para que el desarrollo sea efectivo”.
ISSIFOU realiza el CAP de Construcción Metálica. “Mi padre quiere abrirme un taller aquí en Kara cuando termine el CAP, pero a mí me gustaría poder seguir hasta el BT (grado superior de la formación profesional) para poder encontrar un trabajo en una empresa. Tengo que hablarlo con mi padre, y no sé cómo reaccionará. Si me instalo me gustaría casarme y formar una familia, pero si puedo seguir los estudios esto tendrá que esperar un poco más”.
Cree el gobierno togolés ha hecho un esfuerzo en la enseñanza, sobre todo del lado de la escolarización pero falta todavía mucho trabajo por hacer. “Entre nosotros los musulmanes la escolarización de los más pequeños y de las chicas ha mejorado mucho, antes no se veía la necesidad de esto, sobre todo en las mujeres”. Según Isssifou, el gobierno debería apoyar más la Formación Profesional, para que ésta pudiera aumentar en calidad.
Sobre Kara, piensa que es una ciudad un poco particular. “Bastante poblada y al mismo tiempo en la que los habitantes viven sobre todo de la agricultura, pero una agricultura familiar, digamos que para salir adelante. Falta industria y esto provoca una salida de los jóvenes diplomados a otras Regiones del País o a otros países del África Occidental”.
RODOLPHE cursa Electricidad en el Centro de Formación. “Sólo podré hacer el primer Ciclo, es decir el CAP, porque mis padres no tienen posibilidad económica para pagarme el según Ciclo. Después tendré que buscar trabajo donde pueda para poder desenvolverme, mis padres tienen más hijos menores que yo y tienen que ocuparse de ellos también. Como yo soy el mayor no puedo seguir siendo una carga para ellos. Tengo esperanza que con los estudios que he hecho podré encontrar trabajo pronto, aunque al principio me cueste un poco de trabajo encontrarlo. Después cuando mi situación sea un poco mejor me casaré y formaré una familia”.
Coincide con sus compañeros en que “la Formación Profesional es uno de los puntos importantes de todos los países, la economía depende de esta Formación, es mi opinión. Nuestra Formación Profesional, salvo en los Centros Privados, no tiene buena calidad. Carece de equipamiento adecuado y de Instalaciones adecuadas, estamos un poco retrasados en este aspecto. Nuestro país debería hacer más esfuerzo por poner al día la Formación Profesional”.
Está de acuerdo en que las mujeres jóvenes puedan acceder a la Formación Profesional y en todo tipo de ramas. Aunque “es verdad que en nuestra Región existen todavía mentalidades retrógradas a este respecto, como por ejemplo que las mujeres no deben ejercer ciertos Oficios que están hechos para los hombres. Yo creo que es una cuestión de elección por parte de ellas solamente y después que tengan el ánimo necesario para seguir adelante. Ya sé que es fácil decir esto y que el cambio de mentalidad llevará tiempo…”
MARIE cursa Construcción Metálica, una rama de formación que resultó extraña en su familia al principio.
“A mí siempre me había gustado ver a los soldadores de mi barrio hacer los trabajos de estructuras metálicas que realizaban. Un tío mío tiene un taller de soldadura y yo pasaba por allí a menudo. En una ocasión le dije a mi tío que por qué no me enseñaba a soldar, me miró y me dijo que estaba loca, que eso no lo hacían las chicas. Le dije que me iba a apuntar al Centro Don Bosco para hacer Construcción Metálica, no dijo nada pero mi miró de forma rara. Mi idea está clara y lucharé por ella para salir adelante”.
Marie ha nacido en Kara y, por tanto, conoce la ciudad desde hace mucho, “he visto su evolución, ésta ha sido lenta y sigue siendo lenta pero tenemos confianza en el futuro para que podamos salir adelante aunque necesitaremos tiempo y que las nuevas generaciones estén dispuestas también a trabajar por su desarrollo. La escolarización obligatoria ha aumentado en el país, el Gobierno ha hecho un esfuerzo en ese sentido y respecto a nosotras las mujeres jóvenes se nos ha igualado ya a los hombres a la hora de la escolarización obligatoria hasta los 16 años. En Secundaria la cosa es más difícil para las mujeres, pocas siguen adelante por diversas razones culturales, familiares, etc.
Es evidente que los niveles de enseñanza no van bien, yo creo que sobre todo a causa de la falta de formación de los profesores”.
Hay que ayudar a muchas mujeres jóvenes a que vean las posibilidades de la Formación Profesional y poder llegar a un equilibrio social y financiero entre hombres y mujeres.
DENISE cursa Albañilería y quiere llegar a ser constructora, por eso su intención es seguir después estudiando el segundo Ciclo para tener un nivel suficiente que pueda ayudarme en mi idea. “Hablando con mis amigas del Centro Don Bosco veo las dificultades que han tenido a nivel familiar sobre todo, a la hora de entrar en la Formación Profesional. Pues yo todavía más, porque he escogido la Rama más masculinizada de todas. He escuchado de todo de parte de mi familia y de mis amistades, pocos me han entendido y apoyado.
Mi idea es clara. Tengo que llegar a ser una buena constructora que me ayudará a ser independiente a lo largo de toda mi vida. Casarme y todo eso pues claro, pero sin prisas”.
En la Región de Kara, “la presencia de las mujeres en la Formación Profesional se hace poco a poco más evidente cada año. Éstas están despertando y se dan cuenta de que es una posibilidad muy buena que tienen delante de ellas para poder salir adelante a un nivel intelectual, económico y familiar”.
Ficha descriptiva
- Proyecto: Mejora de la Formación del Centro Profesional Don Bosco de Kara (Togo)
- ONGD: Solidaridad don Bosco
- País: Togo
- Ámbito: Educación
- Objetivo: Mejorar la calidad en la atención a jóvenes que deseen obtener el Certificado de Aptitud Profesional y aumentar la inserción de las mujeres jóvenes en la formación profesional.
- Financiación: Diputación de Sevilla, Ayuntamiento de Pozoblanco y Ayuntamiento de Antequera. 2016