Cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático, y la realidad que se presenta es desoladora. En el informe de la OMM sobre el estado del clima mundial se confirmó que 2024 fue, probablemente, el primer año natural en superar en más de 1,5 °C el valor de referencia de la era preindustrial, dado que la temperatura media mundial cerca la superficie estuvo 1,55 ± 0,13 °C por encima de la media del período 1850-1900. Se trata del año más cálido desde que empezaron a registrarse los valores de temperatura hace 175 años.
El Informe State of the Global Climate 2024 lo deja muy claro:
- La concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2) ha alcanzado los niveles más altos de los últimos 800 000 años;
- A escala mundial, cada uno de los últimos diez años ha sido uno de los diez años más cálidos jamás registrados;
- El contenido calorífico de los océanos ha marcado un nuevo máximo histórico en cada uno de los últimos ocho años;
- Las 18 extensiones del hielo marino ártico más bajas de las que se tiene constancia se han producido en los últimos 18 años;
- Las tres extensiones del hielo antártico más reducidas han tenido lugar en los últimos tres años;
- La mayor pérdida trienal de masa glaciar jamás registrada corresponde a los tres últimos años;
- El ritmo de aumento del nivel del mar se ha duplicado desde que comenzaron a realizarse mediciones satelitales.
A unos días de la celebración de La COP30, la 30ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático, que se celebrará en Belem (brasil) del 10 al 21 de noviembre de 2025, el informe sobre el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) global de 2025, presenta nuevos datos que indican que la crisis climática está reconfigurando la pobreza en el mundo. Al superponer por primera vez datos sobre amenazas climáticas a datos sobre pobreza multidimensional, las conclusiones revelan un mundo en el que la pobreza no es solo un problema socioeconómico aislado, sino que está profundamente interrelacionada con las presiones planetarias y la inestabilidad.
El informe concluye que, entre las personas que viven en situación de pobreza multidimensional aguda, que abarca la salud, la educación y el nivel de vida, no menos de 651 millones se ven afectadas por 2 o más amenazas climáticas, mientras que 309 millones se enfrentan a 3 o 4 amenazas simultáneamente, algunos datos:
- De los 887 millones de personas pobres expuestas al menos a una amenaza climática, 651 millones se enfrentan a 2 o más amenazas simultáneamente.
- El hecho de que 309 millones de personas pobres vivan en regiones expuestas a 3 o 4 amenazas climáticas superpuestas, al tiempo que se encuentran en situación de pobreza multidimensional aguda, es motivo de suma preocupación. Estas personas se enfrentan a una “triple o cuádruple carga”, ya que a menudo poseen activos limitados y acceso mínimo a sistemas de protección social, lo que amplifica los efectos negativos de las conmociones.
- A nivel individual, las amenazas más extendidas que afectan a las personas pobres en todo el mundo son el calor intenso (608 millones de personas) y la contaminación atmosférica (577 millones). En las regiones propensas a las inundaciones viven 465 millones de personas pobres, mientras que en las zonas afectadas por las sequías residen 207 millones.
Sevilla: el cambio climático va por barrios
Un estudio que se enmarca en el proyecto de tesis doctoral de Javier de Sola Caraballo, con la participación de los profesores Carmen Galán y Carlos Rivera, de la Universidad de Sevilla, y Antonio Serrano, de la Universidad de Granada y, centrado en la ciudad de Sevilla, concluye que las áreas más cálidas dentro de la ciudad son periferias rodeadas de infraestructuras y polígonos residenciales del siglo XX, donde suele vivir población vulnerable en edificios envejecidos y con bajo rendimiento energético.

Los investigadores señalan que el calor urbano se agrava por varios factores, afectando especialmente la alta exposición al sol y la falta de árboles o sombra. Elementos comunes en algunas zonas, como grandes explanadas, plazas duras y aparcamientos sin sombra o vegetación, también elevan la temperatura. Además, materiales usuales como el asfalto, cemento o granito absorben el calor durante el día y lo retienen, empeorando el confort térmico percibido hasta altas horas de la noche.
De los 15 barrios más pobres de España, 6 de ellos están en Sevilla (dos sectores del Polígono Sur, Tres Barrios-Amate, Torreblanca, Palmete y Polígono Norte), En los resultados que presentó Javier de Sola Caraballo, aproximadamente el 23 % de la población de la ciudad de Sevilla vive en zonas con alta vulnerabilidad climática, muchas de ellas vinculadas a la pobreza energética y, ente las más afectadas destacan barrios como el Polígono Sur, Los Pajaritos, Torreblanca, Pino Montano o San Pablo, donde coinciden altas temperaturas y exposición solar, con bajos niveles de renta y edificios obsoletos.
“Tristemente, muchas de estas zonas coinciden con barrios de baja renta, con población especialmente vulnerable y edificios obsoletos, lo que hace especialmente preocupante estos hallazgos”, indica Javier de Sola Caraballo.
Según el estudio, los factores que influyen en el aumento de la temperatura, son:
- Proximidad a otras áreas cálidas o la alta exposición solar,
- Baja densidad urbana, sin árboles ni sombra, que agrava el sobrecalentamiento.
- La escasez de espacios verdes y la presencia de amplias explanadas, plazas duras y grandes bolsas de aparcamiento, muy características de las barriadas.
- Los materiales comúnmente utilizados en la construcción de espacios urbanos, como el cemento, el asfalto y el granito, tienen una baja capacidad para reflejar la radiación solar, lo que provoca que absorban calor y lo mantengan durante largos periodos de tiempo.
Según Javier de Sola Caraballo es fundamental colocar a la tecnología en un lugar prioritario para simular escenarios urbanos y prever su comportamiento frente al cambio climático. “Diseños más eficientes deben priorizar la ventilación natural, reducir materiales oscuros y pesados, e incorporar más árboles y pavimentos naturales. Con las herramientas disponibles, es posible calcular el impacto climático de cada proyecto antes de su aprobación, asegurando un urbanismo más sostenible y adaptado al futuro”, ha explicado.