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Día Internacional contra el Cambio Climático: Desafíos y Compromisos Globales

El Día Internacional contra el Cambio Climático, que se celebra este 24 de octubre, surge como respuesta a la creciente preocupación por los efectos devastadores que este fenómeno está teniendo en nuestro planeta. La crisis climática, impulsada por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la hiperindustrialización y la deforestación, comenzó a generar atención mundial en la segunda mitad del siglo XX.

Desarrollo y acciones necesarias para un futuro viable

El Día Internacional contra el Cambio Climático, que este año se celebra en pleno desarrollo de la COP 16 en Cali, debe recordarnos a todos los agentes implicados -empresas, gobiernos y ciudadanía- la necesidad de concienciarnos sobre la crisis climática, reflexionar sobre los avances y los retos en la implementación de políticas globales enfocadas a revertir los avances del cambio climático. Este enfoque está presente en la COP 16 de Cali, pero es urgente obligar a los estados a cumplir los compromisos asumidos en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (MMKM). Uno de los principales desafíos es garantizar que los países implementen las 23 metas del marco de manera efectiva, con una evaluación constante y la aplicación de soluciones reales para proteger la biodiversidad, evitando las llamadas “falsas soluciones” que distraen de las verdaderas acciones necesarias.

Actuar contra el cambio climático requiere que todas las naciones, especialmente los países más poderosos, cumplan con sus obligaciones financieras, ya que sin recursos no existen políticas efectivas para proteger la biodiversidad. La COP16 debe asegurar que el mecanismo multilateral imponga obligaciones equitativas y ejecutables a todos los usuarios, garantizando la distribución justa de los beneficios derivados del uso de recursos, tanto monetarios como no monetarios, con los países proveedores, comunidades indígenas, mujeres, jóvenes y aquellos con conocimientos tradicionales.

En la COP 16 se discute la necesidad de revisar los indicadores del Marco Mundial de Biodiversidad y cerrar las brechas en su seguimiento. Para lograr una verdadera transformación hacia la sostenibilidad, es crucial que se adopten decisiones que integren la biodiversidad en las políticas sectoriales, garantizando que se prioricen las soluciones reales frente a las falsas alternativas que perpetúan la destrucción de los ecosistemas. Solo a través de la colaboración internacional, la financiación adecuada y un enfoque basado en derechos humanos será posible proteger la biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático.

Entre los principales problemas que afectan al medio ambiente destacan las guerras, la contaminación, el extractivismo y las crisis de salud derivadas de todos estos factores, que no solo agravan la crisis climática, sino que también violan derechos humanos básicos. Los conflictos bélicos destruyen ecosistemas y desplazan a millones de personas, mientras que el extractivismo y la deforestación agota los recursos naturales y pone en peligro la vida de las comunidades locales. La contaminación, tanto del aire como del agua y del suelo, afecta la salud humana, provocando enfermedades y muertes prematuras, especialmente en las poblaciones más vulnerables. El cambio climático, al exacerbar estas problemáticas, también socava los derechos de acceso a un medio ambiente saludable, lo que intensifica las desigualdades globales.

Problemas que derivan en crisis de salud

Uno de los impactos más preocupantes de la crisis climática es su capacidad para revertir los avances en materia de salud, afectando particularmente a las poblaciones más vulnerables. En la Unión Europea, la contaminación del aire provoca más de 400,000 muertes prematuras al año. En Sevilla, como en muchas otras ciudades europeas, la contaminación del aire está causando un aumento de las muertes prematuras. La exposición prolongada a contaminantes ha llevado a un aumento en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, lo que subraya la necesidad urgente de adoptar medidas contra la contaminación y el cambio climático para proteger la salud pública. Estos problemas no solo amenazan la calidad de vida de millones de personas, sino que también crean nuevas barreras para un futuro sostenible y equitativo.

En la Unión Europea, por ejemplo, la contaminación del aire es responsable de más de 400,000 muertes prematuras al año. En España 31.600 muertes prematuras en España, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

Sevilla es una de las ciudades más contaminadas de Andalucía, sobre todo por ozono y también por partículas en suspensión, y se calcula que buena parte de los fallecimientos prematuros están relacionados con la calidad del aire que se respira. Las altas concentraciones de contaminantes en el aire han sido un factor importante en esta crisis de salud aún no declarada, a pesar de que los niveles de enfermedades respiratorias han aumentado, afectando especialmente a las poblaciones más vulnerables, como los niños y los ancianos. Estos problemas no solo generan una crisis sanitaria, sino que también amenazan con aumentar las desigualdades sociales, ya que las poblaciones más pobres y marginadas son las más afectadas por los efectos negativos del cambio climático y la contaminación.

Es mucho el trabajo que aún queda por hacer. Días como este nos deben empujar a exigir actuaciones efectivas para mitigar abordar problemas como la contaminación, el extractivismo o las guerras, que impactan tanto en el medio ambiente como en la salud o en los derechos humanos. Solo con acciones coordinadas y globales se podrá mitigar el daño que estas crisis están causando a las personas y al planeta.

Imagen: Deforestación (2020) Wikimedia Commons

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